Por para Público

LOS ÁNGELES (EEUU) – Es una mañana calurosa y húmeda en Skid Row. Como es habitual desde hace décadas, sobre las sucias calles de este céntrico barrio de Los Ángeles, en EEUU, se agolpan cientos de tiendas de campaña donde malviven miles de personas entre escombros, basura y desechos. Bautizada como la capital estadounidense de los sin techo, en este gueto también se encuentra el cuartel general de STOP LAPD Spying Coalition, una organización comunitaria cuyos activistas llevan años librando una feroz batalla contra los aparatos de vigilancia gubernamentales y el racismo sistémico arraigado históricamente en uno de los departamentos de Policía más poderosos, influyentes y mejor financiados de EEUU: la Policía de Los Ángeles (LAPD).

Hamid Khan –la voz más mediática de la coalición– y tres miembros de su equipo reciben a Público. Nada más comenzar la entrevista denuncian que Skid Row es, desde hace décadas, un “laboratorio humano” en tiempo real utilizado por el Departamento de Policía de Los Ángeles para experimentar con nuevas tecnologías antes de extender su aplicación a otros distritos de esta gigantesca urbe.

La postura de los activistas es categórica: exigen la abolición del sistema policial, del capitalismo voraz y denuncian la lucha por la tierra encabezada por los intereses corporativos. No es una visión exenta de polémica, pero gracias a los esfuerzos de la coalición y a la movilización ciudadana han contribuido a desmantelar PredPol y Operación LASER (Los Angeles Strategic Extraction & Restoration), dos controvertidas tecnologías de predicción delictiva empleadas por el LAPD bajo el liderazgo de Bill Bratton que se implementaron entre 2009-2019 y 2011-2020, respectivamente. Durante años, activistas y expertos han señalado a estas herramientas como modelos que perpetúan el racismo sistémico contra las comunidades negras e indígenas en la primera potencia mundial.